La entrada de hoy es un relato cortito que ha leído una buena amiga. Le ha gustado mucho y ha decidido compartirlo, hago lo mismo con vosotros.
Un beso.
Los pájaros (Eduardo Galiano)
Los presos políticos uruguayos no podían hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido ni saludar a otro preso. Tampoco podían dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.
Didasko Pérez, maestro de escuela, torturado y preso, recibió un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años.
La niña le traía un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompieron a la entrada de la cárcel. Al domingo siguiente, Milay le trajo un dibujo de árboles. Los árboles no estaban prohibidos.
Didasko le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de los árboles. Muchos pequeños círculos entre las ramas.
- ¿Son naranjas? ¿Qué frutas son?
La niña le hace callar. Sshhh. Y en secreto le explica:
- Bobo. ¿No ves que son ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.
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2 comentarios:
Me parese una historia delicada y de una sensibilidad extrema con un sinfín de matices y una exaltada ironía sutil y embriagadora.
Me a encantado el rrelato, pero este comentario del hanónimo hanterior... me se llenan los hojos de lagrimas.
Cuanta escultura tiene la jente. Ya me gustaria a mi ser asín de listo
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